Delitos cometidos bajo los efectos del alcohol: consecuencias legales
Noticia en España | Abogados Penalistas
- Publicado: 06-11-2025, a las 11:00h
- Autor: Lorena Pérez Losilla
EN ESPAÑA
- Publicado: 06-11-2025, a las 11:00h
- Autor: Lorena Pérez Losilla
“Lo siento, iba borracho… no sabía lo que hacía”.
Es una frase que escuchamos a menudo en procedimientos penales. Muchas personas creen que el hecho de haber consumido alcohol puede servir como excusa o como justificación para librarse de una condena. Pero la realidad jurídica es muy distinta.
En Simó Abogados, despacho especializado en Derecho Penal, queremos explicarte cómo se valora el consumo de alcohol en un juicio penal y qué efectos puede tener sobre la responsabilidad criminal.
Alcohol y responsabilidad penal: no siempre es un atenuante
El Código Penal español contempla que las drogas o el alcohol pueden influir en la responsabilidad de una persona, pero no de la misma manera en todos los casos.
Lo importante es analizar el grado de intoxicación, la forma en que se produjo y el nivel de consciencia del acusado en el momento de cometer el delito.
A grandes rasgos, podemos distinguir tres situaciones:
1. Beber y delinquir sabiendo lo que se hace
Si una persona ha consumido alcohol, pero conserva la capacidad de comprender lo que está haciendo y de decidir libremente, no hay excusa posible.
El juez no reducirá la pena únicamente por el hecho de haber bebido unas copas. En este caso, el consumo de alcohol no elimina la responsabilidad penal y el acusado será juzgado como si estuviera sobrio.
Esto significa que frases como “iba bebido” o “estaba de fiesta” no son suficientes para librarse de una condena.
2. Intoxicación plena: cuando el alcohol anula la consciencia
Existe otra situación muy diferente: cuando la persona está tan ebria que no sabe lo que hace ni es consciente de sus actos.
Aquí hablamos de una intoxicación plena, que puede llegar a ser considerada una circunstancia atenuante de la responsabilidad penal. En algunos casos, incluso podría excluir la responsabilidad si se demuestra que el grado de embriaguez era tan alto que anulaba completamente la capacidad de actuar.
Eso sí, no basta con alegarlo. Es necesario acreditarlo con pruebas objetivas, como informes médicos, testigos que acrediten el estado de embriaguez o grabaciones que lo demuestren.
En la práctica, los tribunales son muy exigentes con estas pruebas, precisamente para evitar que se utilice el alcohol como excusa fácil en cualquier procedimiento.
3. Beber a propósito para delinquir: intoxicación dolosa
Existe un tercer supuesto especialmente delicado: cuando una persona consume alcohol con la intención de envalentonarse para cometer un delito.
A esto se le llama intoxicación dolosa y, lejos de servir como excusa, puede convertirse en un agravante.
¿Por qué? Porque en este caso el acusado ha buscado conscientemente alterar su estado para delinquir con mayor determinación. Es decir, el consumo de alcohol no se considera un accidente, sino una estrategia previa
para cometer el delito.
Ejemplos habituales en los tribunales
En nuestra experiencia como abogados penalistas, estos son algunos de los escenarios más habituales:
- Conducción bajo los efectos del alcohol. Se trata de uno de los delitos más comunes en España. Aquí, el consumo no atenúa nada, al contrario: es el núcleo del propio delito.
- Agresiones en contextos de ocio. Muchas peleas se producen tras una noche de fiesta. El acusado suele alegar que había bebido, pero salvo intoxicaciones plenas acreditadas, los jueces no aplican atenuantes.
- Delitos patrimoniales o sexuales cometidos bajo los efectos del alcohol. En algunos casos se intentan justificar con la embriaguez, pero solo cuando se demuestra una pérdida total de control puede aplicarse una atenuante.
La línea entre atenuante y agravante
Lo que marca la diferencia no es el hecho de haber consumido alcohol, sino cómo influye en la capacidad de actuar y decidir.
- Atenuante: cuando el consumo es tan elevado que anula la consciencia y se demuestra de forma objetiva.
- Agravante: cuando la persona bebe a propósito para cometer el delito.
- Irrelevante: cuando, pese a haber bebido, la persona sabía lo que hacía y actuó de forma consciente.
Por eso es fundamental analizar cada caso concreto, estudiar las pruebas médicas y valorar la estrategia de defensa más adecuada.
El papel de la defensa penal
En un procedimiento de este tipo, la defensa penal es clave para:
- Determinar si procede alegar la atenuante de intoxicación plena.
- Reunir informes médicos, pruebas y testimonios que acrediten el estado del acusado.
- Descartar acusaciones de intoxicación dolosa que puedan agravar la pena.
- Explicar al tribunal cómo influyó realmente el alcohol en la conducta enjuiciada.
Nuestro equipo de abogados penalistas estudia cada detalle del caso para definir la estrategia más efectiva, siempre dentro del marco que establece el Código Penal y la jurisprudencia.
El consumo de alcohol no borra un delito. En algunos casos ni siquiera lo mitiga, y en otros puede llegar a agravar la condena.
Todo depende del grado de intoxicación, de si la persona era consciente de sus actos y de cómo se produjo ese consumo.
Si te enfrentas a un procedimiento penal en el que el consumo de alcohol puede ser relevante, contacta con nuestro despacho. Nuestro equipo de abogados penalistas estudiará tu caso, te asesorará sobre las opciones de defensa y te acompañará durante todo el proceso.
En Derecho Penal, cada detalle importa. La rapidez y la preparación en la estrategia de defensa pueden marcar la diferencia entre una condena dura y un resultado más favorable.