Funcionaria judicial en Melilla: esta es la realidad del trabajo en un juzgado
Jurídicamente Hablando en España | Abogados Penalistas
- Publicado: 05-11-2025, a las 14:00h
- Revisado: 06-11-2025, a las 13:11h
- Autor: Marina Meca
EN ESPAÑA
- Publicado: 05-11-2025, a las 14:00h
- Revisado: 06-11-2025, a las 13:11h
- Autor: Marina Meca
Detrás de cada resolución judicial hay personas comprometidas que hacen que el engranaje de la Justicia funcione. En nuestro último episodio de Jurídicamente Hablando, tuvimos la suerte de conversar con Jennifer Herrero Díaz, funcionaria del cuerpo de auxilio judicial en Melilla, quien nos ofreció una perspectiva directa, humana y cercana sobre el día a día en los juzgados.
Durante la charla, pudimos conocer mejor cómo se accede a este tipo de puestos, qué funciones reales se desempeñan y cuáles son los desafíos personales y profesionales que implica trabajar dentro del sistema judicial. Un episodio cargado de verdad, de vocación y de compromiso.
Lo que no se ve del auxilio judicial
Pocas veces los medios o la sociedad se detienen a pensar en quién está detrás de un juicio, una notificación o una sala bien preparada. Jennifer nos habló desde su experiencia sobre lo que realmente implica formar parte del cuerpo de auxilio judicial: trasladar notificaciones, custodiar documentos, asistir a vistas, colaborar con jueces, letrados y otros funcionarios, y atender a las personas que acuden a los juzgados buscando respuestas.
Su trabajo, como tantos otros en la Administración de Justicia, es esencial pero poco visibilizado. La conversación dejó claro que sin estos profesionales, ningún juzgado podría operar con normalidad. Lo hacen, además, con un profundo sentido del deber y con una vocación que va mucho más allá de la mera ejecución de trámites.
Opositar: entre el sacrificio y la satisfacción
Jennifer nos compartió con total honestidad cómo fue su camino: comenzó como interina en Cataluña y, después de mucho esfuerzo, consiguió su plaza en Melilla. Nos habló de la dureza del proceso de oposición, de la constancia que requiere y del desgaste emocional que supone compaginar estudio, trabajo y vida personal.
También reflexionamos juntos sobre los requisitos de acceso a los diferentes cuerpos dentro de la Justicia: mientras que para auxilio judicial basta con el título de ESO, las oposiciones son altamente competitivas y el temario nada sencillo. Aun así, coincidimos en que la recompensa –tanto profesional como personal– compensa el esfuerzo. Para muchos, opositar representa una oportunidad real de estabilidad y desarrollo, aunque conlleva grandes sacrificios previos.
Una Justicia saturada que necesita mejorar
Uno de los bloques más potentes del episodio fue el dedicado al estado actual de la Justicia en España. Jennifer, desde su experiencia diaria en el juzgado, no se mordió la lengua: faltan medios, falta personal y la digitalización ha traído luces y sombras. Aunque reconoce que se han hecho avances importantes, también dejó claro que la sobrecarga de trabajo y la falta de recursos ralentizan el sistema, afectando tanto a los trabajadores como a los ciudadanos.
También hablamos de las diferencias entre comunidades autónomas. Jennifer ha trabajado en Cataluña y ahora en Melilla, y nos comentó que, aunque la base es la misma, hay diferencias en cuanto a ritmo de trabajo, carga administrativa y operatividad interna.
Conciliar dentro del sistema judicial
Un aspecto especialmente valioso de esta conversación fue la reflexión sobre la maternidad y la conciliación en el ámbito de la Justicia. Jennifer, madre de dos hijos, nos explicó con cercanía cómo ha gestionado su vida familiar dentro de una profesión absorbente y muchas veces rígida.
Aunque existen mecanismos legales que permiten conciliar, en la práctica no siempre son suficientes, y todavía queda mucho camino por recorrer para que las políticas de conciliación sean efectivas y aplicadas con empatía dentro de los juzgados.
Nos pareció fundamental visibilizar esta realidad: la doble carga que muchas mujeres en la función pública asumen entre su trabajo y su familia, sin perder ni un ápice de profesionalidad.
Humanizar la Justicia: una cuestión de personas
Lo que más nos gustó de entrevistar a Jennifer fue su visión profundamente humana de la Justicia. Su trabajo le ha permitido ver de cerca el impacto real que tiene cada decisión judicial en la vida de las personas. Y precisamente por eso, considera tan importante el respeto, la empatía y la profesionalidad con la que se debe tratar a los ciudadanos en los juzgados.
También hablamos sobre el futuro. Jennifer se ve a sí misma creciendo dentro del sistema, formando parte del cambio y aportando desde dentro a una Administración de Justicia más moderna, ágil y humana. Tiene claro que mejorar el sistema no depende solo de jueces o políticos, sino también de quienes, como ella, trabajan en primera línea y conocen sus carencias y fortalezas.
Un mensaje claro a quienes quieren opositar
Este episodio es también una carta abierta a quienes se están planteando entrar en la función pública judicial. Jennifer fue rotunda: no hay que idealizar el proceso, ni creer que es fácil ni rápido. Pero sí es posible, y sí vale la pena. Con organización, esfuerzo y mucha paciencia, se puede acceder a un puesto estable, útil y socialmente relevante.
También animó a quienes ya trabajan en el sistema a no perder la motivación y seguir haciendo de la Justicia un espacio más accesible y comprensible para todos.
Desde Simó Abogados queremos agradecer a Jennifer Herrero Díaz por su generosidad, su claridad y su testimonio real. Su paso por el podcast nos recordó que la Justicia no se mueve sola, sino gracias a personas comprometidas como ella.
Este episodio no solo ayuda a conocer cómo funciona el auxilio judicial, sino que invita a reflexionar sobre cómo humanizar un sistema muchas veces percibido como lejano o ineficiente. Y nos recuerda que, detrás de cada expediente, hay profesionales que creen en lo que hacen y lo dan todo para que la Justicia llegue a tiempo y funcione de verdad.